El último mes del año me ha mantenido un poco apartado del pc y no he tenido mucho tiempo para escribir alguna tontería por estos dominios dejados de nuevo de la mano de dios.
La vida, como todo lo demás, sigue sin esperar a nadie y no han pasado muchas cosas interesantes en estos últimos meses, aunque siempre hay alguna por ahí lo bastante interesante como apra hablar de ella.
El pasado mes de diciembre me fui a visitar las tierrras bávaras, Munich concretamente, y la verdad es que me he enamorado. Me encanta Logroño, me gusta la cultura española, el clima peninsular y todo lo que me rodea habitualmente, pero Munich es diferente, Munich tiene algo.
Siempre se oyen los típicos tópicos de que España es diferente al resto de Europa e incluso en algunos casos del mundo y yo no reniego de España ni de sus costumbres y demás, aunque no comulgue con muchas de ellas, pero España sería un lugar mejor si fuera un «poco más europea».
Si no hubiera sentido 1oºC bajo cero en mi propia piel, diría que Munich es la ciudad perfecta. Gente educada, todo muy limpio, tranquilo, multicultural, segura, histórica, cultural, hay un montón de (muy buenos) monumentos… y encima podrías sobrevivir (no hablo de vivir tranquilamente) sabiendo algo de inglés, no como aquí.
Es increíble el respeto que tiene la gente a las cosas ajenas, ya que puedes dejar la bicicleta todo el día en la parada del metro sin candado, sin quitarle el sillín o las ruedas, y al volver te la encuentras en su sitio. Igual no es respeto por las cosas de los demás, igual es sólo civismo. Es como pagar en el metro, autobús, tranvía, y demás medios públicos. Si enEspaña hay varios controles para comprobar que la gente paga su billete y no se cuela, en Munich ( y supongo que el resto de Alemania y bastantes otros lugares del mundo -civilizado, claro-) no hay controles diarios ni nada similar. Te compras tu billete, te lo guardas y si te aparece un revisor se lo enseñas. La gente sabe qué tiene que hacer y qué no.
Por ahí dicen «pics or it didn’t happen», así que, aquí están las pruebas:
Centro de Munich
Una estación de metro
Walk of Stars
(tengo más, pero esta es la que más mola)
Tienda Hard Rock Cafe
Me quedé flipando con el Walk of Stars y con el Hard Rock Cafe, sobretodo porque no me dejaron entrar ya que había una fiesta privada que duraba de viernes a lunes…al menos vi una Gibson firmada por los Guns al completo, ah bueno y otra guitarra firmada por «un tal Joe Satriani«, y otra por «un tal Carlos Santana«.
Sólo digo que habrá que volver.
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